Después de 68 días sin contactos directos de alto nivel, Venezuela y Estados Unidos reabren el puente de las conversaciones bilaterales, otra vez sin la presencia de la oposición radical.
Se inicia una nueva etapa de relaciones entre ambos países en la que el tema clave de la agenda es “el día después” y no solo el resultado electoral. Sea la alternancia o la continuidad/evolución del proceso bolivariano, en cualquiera de estos dos escenarios, quedaría descartada la inviable "transición".
Para la Casa Blanca, el objetivo principal es consolidar el orden, la paz y la gobernabilidad para asegurarse la cobertura de su déficit petrolero debido al agotamiento de sus reservas en la Cuenca Pérmica. Solo una verdadera fuerza política, social, institucional y cultural, puede garantizar este objetivo compartido. Estados Unidos sabe cuál es.
