Los oradores de una reciente conferencia sobre Venezuela en Londres, a la que sólo se podía acceder mediante invitación, expusieron el argumento alcista. Estados Unidos quiere más petróleo y menos inmigrantes. Los tenedores de bonos quieren su dinero. El gobierno venezolano quiere que se levanten las sanciones. Las empresas petroleras quieren más petróleo. Como dijo un orador: "Esto es eminentemente factible".

Los bonos soberanos de referencia 2027 se negocian con un fuerte descuento, alrededor de 18 centavos por dólar, por lo que una reestructuración exitosa podría generarles a los tenedores de bonos una ganancia considerable.

La producción de petróleo se ha ido recuperando gradualmente desde 2020 después de que Estados Unidos relajara las sanciones en el pasado 2023 para convencer a Caracas de que celebrara elecciones democráticas. El mes pasado, Venezuela bombeó 910.000 bpd, la mayor cantidad en cinco años, mientras los actores extranjeros liderados por Chevron ampliaron sus empresas conjuntas con la petrolera estatal Pdvsa.

Washington respondió volviendo a imponer amplias sanciones petroleras a Venezuela en abril. Pero en una medida menos publicitada, concedió exenciones a empresas extranjeras individuales de petróleo y gas para acuerdos específicos, lo que ha permitido que aumente la producción. Chevron ha sido el principal beneficiario, pero Repsol, BP, Shell y la independiente francesa Maurel & Prom han recibido licencias.

Un diplomático retirado y desconocido de 74 años, Edmundo González, sigue en la boleta para los comicios del 28 de julio, lo que permite a quienes así lo deseen calificar la elección de "semicompetitiva".

“Ya verán, todo saldrá bien”, sonrió un inversor en la conferencia de Londres, confiado en que Maduro conseguirá el reconocimiento internacional para su tercer mandato. "Puede haber algunas turbulencias, pero las turbulencias no hacen caer el avión".

Luis Vicente León, presidente de la firma de investigación Datanálisis con sede en Caracas, cree que una “elección semicompetitiva” podría alentar a ambas partes a negociar después para asegurar la gobernabilidad del ganador.